El punto de vista de nuestra profesora

Soy maestra de Educación Infantil desde 2007. La etapa preescolar es viva, de mucho trabajo y a veces una locura. Los niños están deseando acudir a clase cada día, para jugar con todo tipo de juguetes donados por nuestros amigos de todo el mundo. Los maravillosos puzles, las pizarras mágicas y una preciosa casita de juegos ayudan a nuestros preescolares tando desde el punto de vista educacional como lúdico.

Algunos pensarán que mi trabajo requiere mucho amor y paciencia, para enseñar cosas nuevas a los niños, bunos modales, y crear la estructura y los lazos que necesitan asentar. Pero en realidad, a mí me parece que son los niños los que me dan mucho a mí: sorpresas, bendiciones y lecciones que debo aprender cada día. Ellos me dan un amor precioso, directo desde sus corazones confiados y abiertos. Mi corazón se derrite cuando les oigo llamarme “laoshi” (profesora) por primera vez, siento sus pequeños brazos rodeándome para abrazarme, escucho sus dulces voces cantando las primeras canciones de sus vidas, y presencio sus primeras pinceladas de color.

Soy consciente de lo afortunada que soy por ser su maestra en las primeras etapas de sus vidas. Algún día todos ellos marcharán al encuentro de sus propias familias queridas, pero mientras ese día llega, disfruto y aprecio cada día que paso con mis valiosos alumnos.

Sarah
Profesora de preescolar de NDFH