Historia

Construyendo esperanza

La historia de NEW DAY comenzó unos años antes de que abriéramos nuestros brazos para acoger a nuestro primer huérfano.

Nuestro origen se encuentra en Pekín en 1993, en una pequeña empresa manufacturera llamada Beijing New Day Arts & Crafts Company (Creaciones New Day). En un pequeño local del tamaño de un garaje fabricamos nuestro primer imán de resina con la forma del mapa de China, en el que se podía leer: “Ora por China” en letras doradas. Fundamos New Day para demostrar honestidad e integridad en un negocio manufacturero, pero también para marcar la diferencia en las vidas de nuestros empleados. El negocio comenzó a crecer, y poco a poco completamos nuestras aspiraciones, impartiendo clases de finanzas, cursos matrimoniales y escuelas de padres para nuestros empleados.

En 1997 trasladamos nuestra fábrica a la aldea campesina de Qingyundian, situada a las afueras del sudeste de Pekín. Un par de años más tarde, compramos un solar en la aldea, que nos permitiría la expansión.

El solar era considerado tierra maldita por los aldeanos. Todo el pueblo pensaba que la depresión y la desesperanza se apoderarían de cualquiera que ocupara aquel terreno. Era conocido como el lugar elegido por los adolescentes que querían suicidarse. Por ese motivo, nadie había querido comprar aquella propiedad durante mucho tiempo y se había mantenido como un lugar oscuro, símbolo de desesperación.

Sin embargo, había un hombre en la aldea que acudía regularmente a orar a aquél lugar. Una noche, el hombre soñó que algún día llegarían unos extranjeros, comprarían aquél lugar y construirían un hogar para los huérfanos, transformando aquél páramo de desolación en una fuente de esperanza. Cinco años después de la muerte de aquél hombre compramos el terreno, sin saber nada de aquel sueño.

Cuando terminamos de construir nuestra Casa de Acogida, su nieta, una de las empleadas de la fábrica New Day, y el tío de ésta nos dieron noticia de aquellas plegarias escuchadas y aquellos sueños alcanzados.

Alcanzando el sueño

Con especial debilidad por los huérfanos con necesidades médicas, la Casa de Acogida de New Day comenzó su andadura modestamente. Establecimos vínculos con orfanatos cercanos, en Pekín y Tianjin; y en el año 2,000 comenzamos haciéndonos cargo de seis huérfanos con labio leporino y fisura palatina, que necesitaban tratamiento quirúrgico. Cuidamos de ellos en un par de apartamentos hasta que finalizamos la construcción de nuestra casa de 21 camas, hoy conocida como Casa de Acogida New Day.

En 2003 comenzamos a hacernos cargo de casos más severos. Nuestro primer caso crítico fue el pequeño Jon, un niño que necesitaba cirugía cardiaca. Cuando conocimos a Jon aún no teníamos los fondos necesarios para pagar su operación pero, creyendo firmemente en el poder de la oración y apoyados en nuestra fe, lo trajimos a New Day.
Nuestras plegarias fueron escuchadas y la cirugía resultó un éxito así que decidimos seguir adelante para llegar a más niños que necesitaban desesperadamente nuestra ayuda. Desde entonces, todas nuestras cirugías suceden gracias a las generosas donaciones de nuestros benefactores, y gracias también a los cirujanos y hospitales chinos que nos ofrecen sus servicios bien a un precio reducido, o bien de forma completamente gratuita.

Creciendo

Un pequeño llamado Jacob nos inspiró para comenzar el Proyecto Fórmula en el año 2006. Jacob también llegó a nosotros con una cardiopatía severa. La desnutrición severa que padecía, debido a que su orfanato carecía de los fondos necesarios para alimentarle con leche y le estaba alimentando a base de agua con azúcar, empeoró su condición médica provocando un larga y costosa recuperación. Tras nuestra experiencia con Jacob, comenzamos a suministrar leche de fórmula a diversos orfanatos con el fin de permitir un comienzo saludable de sus vidas a cada niño menor de 1 año.

A medida que nos íbamos haciendo más conocidos por los orfanatos, fuimos recibiendo más peticiones para traer a más niños a nuestras instalaciones. Para atender mejor nuestros objetivos, ampliamos nuestra organización en dos direcciones: por un lado, comenzamos a seleccionar Familias de Acogida entre los vecinos de nuestra aldea; y por otro, en 2008, pusimos en marcha nuestra Hogar de Sanación, para llevar a cabo las cirugías y los cuidados para la recuperación de un mayor número de huérfanos.

Cuantos más orfanatos alcanzábamos, mayores eran nuestras oportunidades de hacer la diferencia. Comenzamos programas para patrocinar la estancia de niños en familias de acogida en las ciudades de Luoyang y Hohhot, y nos asociamos con la ciudad de Tacheng para construir su primer orfanato.

Desde la fundación de nuestra Casa de Acogida en el año 2000, hemos tenido el privilegio de formar parte de las vidas de cientos de niños a lo largo y ancho de China. Nuestro trabajo no sería posible sin la colaboración de tanta gente de todo el mundo, que ofrecen su tiempo, sus recursos y su experiencia para ayudar a nuestros niños a experimentar el inmenso regalo de la curación y la esperanza.

Mirando hacia adelante

Creaciones New Day mantiene su propósito de cambiar vidas y continúa su crecimiento en áreas muy diversas. Nuestra compañía manufacturera ha ampliado su oferta hacia artículos de regalo que vendemos y enviamos a cualquier rincón del mundo. En 2004 fundamos el Centro de Aprendizaje New Day, que ofrece clases de inglés a jóvenes estudiantes chinos. También alcanzamos a los ancianos y necesitados de nuestro vecindario. Nuestra plantilla ha crecido hasta cerca de 200 empleados chinos, y en todos nuestros departamentos mantenemos nuestro compromiso de pagar sueldos justos y dignos, y mantener unas condiciones laborales adecuadas.

New Day es una comunidad vibrante, llena de vida y actividad. Estamos inmensamente agradecidos a cada persona que viene a China para ser parte de nuestro trabajo. Nuestro departamento de Servicios Voluntarios coordina los equipos y las personas que vienen a servir con nosotros.

Cuando comenzamos fabricando aquel simple imán en 1993, nunca imaginamos que New Day se expandiría en tantos sentidos. Seguimos comprometidos a continuar los caminos trazados ante nosotros, en un viaje de humildad lleno de emoción.

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