In Memoriam
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El sábado 3 de junio, a las 4 y media de la madrugada, Paul alcanzó la vida eterna.
La cirugía cardiaca a la que se había sometido el viernes duró nueve horas, pero ya desde el principio hubo complicaciones de las que no logró recuperarse. Los médicos lucharon toda la noche por salvar su vida, pero no lo lograron.
Aún recuerdo la primera vez que vi a Paul en el orfanato. Parecía muy triste, y sus ojos se clavaron en los míos. Supimos que teníamos que hacer todo lo posible por salvar su vida. Nos dijeron que su caso era muy severo y que no había mucho que hacer. En 2004 se le practicó una primera cirugía que le permitió seguir viviendo para aprender a caminar, hablar y reír, y aprendió lo que significa sentirse querido. La segunda cirugía era necesaria para continuar vivo más tiempo, pero su corazón estaba muy débil y no logró salir adelante.
Paul fue muy querido por sus cuidadoras, el personal de New Day, los voluntarios y el resto de nuestros niños. Algunos preguntan dónde está Paul. A pesar de que la muerte es claramente una parte de nuestras vidas, uno nunca se acostumbra a ella. Han sido unos días muy difíciles para nosotros, mientras vivimos este duelo; pero estamos muy agradecidos de haber sido parte de la vida del pequeño Paul.
Casa de Acogida New Day
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